El programa Construye T, tiene como propósito crear comunidades educativas que favorezcan la inclusión, la equidad, la participación democrática y el desarrollo de competencias individuales y sociales de las y los jóvenes, para que permanezcan en la escuela, enfrenten las diversas situaciones de riesgo y construyan su proyecto de vida.

Para lograrlo, propone impulsar las ideas de las y los jóvenes por medio de proyectos que ayuden a mejorar el entorno de la escuela y la comunidad, estos proyectos son dinamizados por un Comité Escolar que está compuesto por estudiantes, docentes y directivos. Es importante mencionar que de las 47 escuelas del estado en las que se trabaja el programa, arriba del 70% de estudiantes y docentes son mujeres.

La participación en la gestión, planeación e implementación de acciones que beneficien a la escuela y la comunidad es impulsada mayoritariamente por mujeres interesadas en contrarrestar procesos de violencia, apatía, discriminación, entre otros. Desde la experiencia de acompañar el proceso en las escuelas, las mujeres están trabajando activamente por contrarrestar procesos negativos al interior de éstas; los planteles educativos por su parte, promueven en general poco reconocimiento al trabajo desempeñado y a la labor social que se intenta dirigir.

¿Dónde están los estudiantes y docentes hombres? ¿Por qué la participación no se da de manera equitativa? ¿Por qué las mujeres se apropian de espacios de participación al interior de las escuelas y los hombres no?

Habrá que pensar por qué las tareas de “cuidado”, “protección” y “prevención” al interior de las escuelas siguen siendo actividades exclusivas para estudiantes y docentes mujeres y por qué generan aversión para la gran mayoría de los hombres en la escuela.