El Programa Construye-T, tiene como propósito crear comunidades educativas que favorezcan la inclusión, la equidad, la participación democrática y el desarrollo de competencias individuales y sociales en las y los jóvenes que se encuentran insertos en el contexto escolar, en el nivel medio superior; para que permanezcan en la escuela, enfrenten las diversas situaciones de riesgo y construyan su proyecto de vida. Para lograrlo, propone impulsar las iniciativas de las y los jóvenes, por medio de proyectos que ayuden a mejorar el entorno de la escuela y de su comunidad. Lo anterior, no quiere decir que el aporte que tiene el programa en sí mismo, genere las condiciones para que las y los jóvenes se involucren en procesos de participación política, sino más bien, el aporte se encuentra, en el ejercicio de articulación que surge del trabajo colectivo entre la comunidad y la escuela. ¿Por qué es importante hablar de participación política juvenil dentro del programa? Según la Encuesta Nacional de Valores en Juventud (2012), desarrollada por el Instituto Mexicano de la Juventud, señala que los jóvenes mexicanos están poco (46%) o nada (43%) interesados en la política. Estas percepciones parecen respaldar el supuesto de que la juventud presenta una extendida apatía hacia la política. Aunque también señalan que hay un desinterés, debido a que el 37% percibe a los políticos como deshonestos y otro 22% se encuentra con la precepción de no entender y comprender los temas políticos lo que genera aislamiento y evasión de dichos temas.

Con esta información y el trabajo de campo en los planteles educativos que realizamos los facilitadores del programa Construye-T de Educación y Ciudadanía, A.C., consideramos que el ejercicio que realizan gran parte de las escuelas de educación media superior, en la formación de una ciudadanía joven interesada en lo que ocurre dentro y fuera de su escuela, está lejos de aportar elementos sustanciales para que la misma juventud se considere y asuma como sujeto en el ejercicio ciudadano de construcción de espacios de diálogo social y participación política.

Aunque es importante señalar, que las juventudes, desde sus propias concepciones, han generado diversos ejercicios de ciudadanía. Quizá no a través del voto, ni de la conformación de partidos políticos tradicionales, sino creando diversas formas de participar desde sus identidades, su arte, sus formas de organización colectiva; ya que es en el ámbito de las expresiones culturales, donde las y los jóvenes se vuelven visibles como actores sociales
Por lo que, uno de los tantos retos que enfrentará la educación media superior en este sexenio, consistirá en reformular el sentido de formación ciudadana que tienen las escuelas para con sus estudiantes y la proyección que a corto, mediano y largo plazo ofrecerán a una sociedad cada vez más diversa.

Elaboró: Edgar Gutiérrez Radillo

Fuente:
Instituto Mexicano de la Juventud. (2012). Encuesta Nacional de Valores en Juventud . México.